¿Serán los niños menos inteligentes que la IA? Un debate que necesita otra mirada

Sam Altman, CEO de OpenAI, afirmó que los niños que nacen hoy nunca serán más inteligentes que la inteligencia artificial. Más allá del impacto de la frase, ¿qué significa realmente y qué riesgos tiene naturalizarla en la educación?

El titular que alarma: “los niños nunca serán más inteligentes que la IA”

Hace unas semanas, Sam Altman —CEO de OpenAI— dijo que los niños que están naciendo ahora nunca serán más inteligentes que la inteligencia artificial.
Una frase potente, sí. Pero también alarmante, simplista y peligrosa.

Porque titulares como este se convierten en munición para el caos social: alimentan miedos, generan resignación en familias y docentes, y refuerzan la idea de que la educación ya está perdida frente al avance tecnológico.

Es cierto: ninguna otra tecnología en la historia creció tan rápido ni mostró avances tan vertiginosos como la IA generativa. Pero justamente por eso, más que frases impactantes, lo que necesitamos hoy son marcos claros, responsables y pedagógicos.

IA contra niños: el error de la comparación

Poner a los chicos a “competir” contra la IA es un error conceptual.
La inteligencia artificial no piensa: procesa. No siente, no crea desde la experiencia, no decide desde la intuición.
 
La inteligencia humana, en cambio, es mucho más que velocidad de cálculo:
•es creatividad,
•es empatía,
•es intuición,
•es ética y capacidad de juicio.
 
El objetivo de la educación no puede ser que los estudiantes “superen” a la IA en memoria o eficiencia, sino que aprendan a convivir con ella como aliada. Y esa convivencia requiere acompañamiento.

Riesgos reales del uso de IA en la educación

El verdadero peligro no está en que la IA “supere” a los chicos, sino en cómo ellos la usan sin guía.

📉 Resolver tareas con IA puede reducir hasta un 55% la actividad cerebral en áreas clave como el lóbulo frontal y el hipocampo (MIT + Univ. Tokio).
📉 El 78% de quienes usaron IA para resolver un problema no pudieron recordar el contenido una hora después.
📉 En Argentina, el 54% de los estudiantes de entre 9 y 17 años ya usa IA para estudiar, y 7 de cada 10 lo hace sin ningún tipo de mediación adulta.

Estos datos nos hablan de algo concreto: la deuda cognitiva. Un riesgo real que implica pérdida de memoria, atención y razonamiento. Y que se agrava cuando naturalizamos discursos como el de Altman, que justifican la dependencia tecnológica.

El debate que importa: ¿qué inteligencia queremos potenciar?

La verdadera pregunta no es si los chicos serán “menos inteligentes” que la IA.
La pregunta clave es:

👉 ¿Qué aspectos de la inteligencia humana queremos proteger y potenciar en la era de la inteligencia artificial?

El pensamiento crítico, la creatividad, la memoria, la curiosidad, la empatía.
Esas son las capacidades que debemos cuidar desde la escuela, porque ninguna IA puede reemplazarlas.

Ejemplos internacionales de integración pedagógica de IA

El desafío para la educación no es prohibir ni competir, sino integrar con criterio.
Ya hay ejemplos internacionales que muestran el camino:
•EE.UU. – Alpha School: estudiantes completan objetivos en un 30% menos de tiempo con mejores resultados.
•Australia – New Town High: mejora del 22% en matemáticas y reducción de brechas de rendimiento.
•Canadá – Toronto District School Board: +25% en compromiso estudiantil e inclusión en educación especial.
 
En todos los casos, la clave fue la misma: acompañar el uso de la IA con un enfoque pedagógico y responsable.
 

Cómo lo resolvemos en Auroria

Auroria nació justamente de esa convicción: que la IA puede ser parte de la escuela, pero sin sacrificar lo esencial.
•IA que enseña a pensar antes de responder (modo socrático).
•Filtros por edad y alertas emocionales para proteger infancias.
•Personalización curricular y por valores institucionales.
•Panel de analíticas y control para directivos.
 
Auroria no compite contra los chicos.
Auroria los acompaña a ser más humanos en un mundo cada vez más digital.

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Auroria es el primer asistente de inteligencia artificial creado exclusivamente para escuelas.
Una herramienta que cuida el desarrollo cognitivo de los estudiantes, acompaña a los docentes y devuelve a los directivos el control sobre cómo integrar la IA en su institución.

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Preguntas frecuentes

¿La inteligencia artificial puede ser realmente “más inteligente” que los niños?

La IA procesa datos a gran velocidad, pero no tiene imaginación, intuición, empatía ni ética. Compararla con la inteligencia humana es un error conceptual: son naturalezas distintas.

El problema no es usarla, sino hacerlo sin guía. Estudios del MIT y la Universidad de Tokio muestran que resolver tareas con IA puede reducir hasta un 55% la actividad cerebral en áreas clave como memoria y razonamiento. Esto genera lo que llamamos deuda cognitiva.

Es la pérdida progresiva de habilidades como pensamiento crítico, razonamiento, memoria y atención cuando los chicos dependen de la IA para resolver tareas en lugar de ejercitar sus capacidades cognitivas.

No. Prohibir solo desplaza el problema: los estudiantes seguirán usándola fuera del aula. La clave está en integrar la IA con un marco pedagógico y ético, guiando a los chicos para usarla con criterio.

  • Diseñar un plan institucional claro para integrar la IA, capacitar a docentes, y contar con herramientas seguras y adaptadas al contexto educativo, en lugar de apps genéricas sin filtros ni acompañamiento.

Auroria es el primer asistente de IA diseñado exclusivamente para escuelas. Está creado para enseñar a pensar (no a copiar), proteger a los estudiantes con filtros y alertas emocionales, acompañar a docentes con recursos pedagógicos, y dar a los directivos control y analíticas para tomar decisiones basadas en datos.

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Jueves 27/11 – 18 h – en INARIA (Camargo 1020)
El punto de encuentro entre la educación y la IA con propósito.

¨Ni magia ni amenaza: la IA como aliada pedagógica¨

Una mirada práctica para incorporar IA cuidando el pensamiento crítico y el rol docente.