Introducción: un cambio estructural que empieza antes de lo que creemos
Microsoft y LinkedIn publicaron en mayo de 2024 el informe global Work Trend Index Annual Report, una radiografía profunda sobre cómo la inteligencia artificial está transformando el trabajo en tiempo real.
Entre los hallazgos más relevantes:
75 % de los trabajadores del conocimiento ya usan IA generativa en sus tareas.
46 % de ellos comenzó a usarla hace menos de 6 meses.
En Argentina, ese porcentaje asciende a un impactante 80 %
La IA ya no es una promesa futura, es un presente ineludible. Y no solo está cambiando las herramientas: está cambiando las reglas del juego laboral. La pregunta es: ¿cómo preparamos a los chicos para ese mundo?
Las tareas que la IA ya hace mejor
El informe identifica un riesgo claro para empleos centrados en tareas estructuradas y repetitivas. En otras investigaciones vinculadas, se mencionan entre las profesiones más expuestas a automatización:
Traductores e intérpretes
Escritores, editores y periodistas
Representantes de atención al cliente
Agentes de viajes
Locutores
Programadores CNC
La razón es simple: son roles donde el lenguaje y los patrones son protagonistas, exactamente lo que mejor hace la IA generativa.
Pero no se trata solo de desaparición. Se trata de transformación. La mayoría de los empleos no se perderán, se redefinirán. Y para asumir esos nuevos roles, habrá que dominar nuevas habilidades humanas.
Lo que la IA no puede reemplazar: habilidades humanas irreductibles
El estudio destaca un grupo de habilidades que serán el verdadero diferencial laboral en los próximos años. Las llama power skills, y son:
Pensamiento crítico
Curiosidad intelectual
Juicio ético
Creatividad
Empatía
Aprendizaje continuo
El 92 % de los líderes globales encuestados cree que estas competencias “blandas” serán más importantes que nunca. Porque si todos tienen acceso a las mismas herramientas de IA, la diferencia la marcará la calidad del pensamiento humano que las guíe.
El poder del pensamiento crítico: el músculo que define al usuario potente
Uno de los hallazgos más ricos del informe es el perfil del AI power user. No es necesariamente alguien técnico. Es alguien que:
Usa IA varias veces por semana
Ahorra más de 30 minutos al día
Formula mejores preguntas
Evalúa críticamente lo que la IA le devuelve
No se queda con la primera respuesta
Aprende de la herramienta, pero la desafía
Estas personas no usan la IA como una muleta. La usan como un trampolín.
Y esa habilidad de analizar, dudar y refinar , eso que llamamos pensamiento crítico, es el diferencial más importante.
“La pausa en la que alguien se pregunta ‘¿qué falta en esta respuesta?’ es el momento donde vive el pensamiento crítico.” — Microsoft WorkLab
El riesgo oculto en la educación: cuando los chicos aprenden a no pensar
Hoy, millones de chicos ya usan IA para hacer tareas. Pero lo hacen sin guía, sin reflexión, sin contexto. El informe no menciona escuelas. Pero los síntomas están ahí:
60 % del tiempo laboral se va en comunicación (mails, chats, reuniones), y solo el 40 % en creación.
85 % de los emails se leen en menos de 15 segundos.
46 % de los empleados está agotado.
Esa lógica de “resolver rápido”, “sacarse tareas de encima”, también aparece en el aula cuando se usa IA para responder sin pensar. Y ahí nace lo que muchos llaman deuda cognitiva: cuando se usa la tecnología para evitar pensar, no para pensar mejor.
El aula como el espacio donde el futuro se juega
El pensamiento crítico no aparece por arte de magia en la adultez. Se forma desde chicos, en contextos donde:
Se permite equivocarse y corregir
Se enseña a argumentar, no solo a responder
Se dan herramientas para razonar, no solo para memorizar
Se usa IA como apoyo, no como atajo
Las escuelas no pueden prohibir la IA ni dejarla librada al azar. Necesitan liderar este proceso con intención, guía y criterio.
Auroria nació como respuesta, no como producto
Auroria no se pensó como una herramienta más. Nació de la convicción de que el pensamiento crítico se protege desde el aula.
Por eso:
No da respuestas directas: devuelve preguntas y activa el razonamiento
Se configura según los valores de cada institución
Ayuda a docentes a detectar qué necesitan sus alumnos
Acompaña el desarrollo cognitivo sin interrumpirlo
Porque en un mundo donde todo puede automatizarse, el pensamiento humano será nuestro mayor diferencial. Y protegerlo desde la infancia es responsabilidad de todos.
Conclusión: enseñar a pensar es el nuevo superpoder
El informe de Microsoft no deja dudas:
“AI raises the bar — but breaks the career ceiling.”— 2024 Work Trend Index – Microsoft y LinkedIn
Esa impactante frase nos dice que ¨la IA eleva la vara… pero también rompe el techo de cristal profesional¨. Para los estudiantes del presente, eso significa que saber usar la IA no alcanza. Hay que saber pensar con ella, y eso empieza en la escuela. Por eso, la pregunta urgente no es si los chicos van a usar IA. La verdadera pregunta es: ¿Les estamos enseñando a pensar lo suficiente para que esa IA no piense por ellos?
Y si la respuesta es “todavía no”, Auroria está para acompañar ese proceso. No reemplazamos a la escuela, potenciamos su rol. Con IA alineada a los valores institucionales, configurada para estimular el pensamiento, y diseñada para que alumnos, docentes y directivos puedan usarla sin perder el eje pedagógico.
Porque educar con IA, sin perder el pensamiento humano en el camino, es posible. Y urgente.
Preguntas frecuentes
¿Por qué es importante desarrollar el pensamiento crítico en estudiantes que usan inteligencia artificial?
El pensamiento crítico es la habilidad clave para evaluar, cuestionar y complementar las respuestas generadas por IA. En un contexto donde los alumnos pueden resolver tareas con herramientas como ChatGPT o Copilot, enseñarles a no aceptar todo como válido es esencial para formar usuarios responsables, reflexivos y autónomos.
¿Cómo pueden las escuelas enseñar a usar IA sin fomentar la copia o el uso automático?
Las instituciones educativas pueden integrar IA desde un enfoque pedagógico, promoviendo su uso como herramienta de apoyo, no de sustitución. Esto implica enseñar a formular buenas preguntas, evaluar resultados, detectar sesgos y argumentar con fundamentos. El rol del docente como guía sigue siendo clave.
¿Es seguro usar herramientas de IA en el aula?
No todas las herramientas de IA son seguras para el entorno educativo. Algunas pueden generar respuestas incorrectas, contenido no apropiado o usar datos sin control. Por eso es fundamental elegir soluciones como Auroria, diseñadas específicamente para escuelas, con filtros por edad, alineación a valores institucionales y control por parte de los directivos.
¿Cómo puede la IA ayudar a los docentes sin reemplazarlos?
La inteligencia artificial puede ahorrar tiempo al docente (resumiendo textos, generando ideas o estructurando clases) y brindar visibilidad sobre qué necesitan los alumnos. Pero nunca reemplaza el rol humano de contención, análisis contextual y desarrollo emocional. Bien usada, la IA potencia el rol docente.
¿Qué habilidades deberían enseñar las escuelas para preparar a los alumnos para el futuro?
Según el informe Work Trend Index 2024 de Microsoft, las habilidades más valoradas en la era de la IA serán:
Pensamiento crítico
Curiosidad intelectual
Creatividad
Juicio ético
Empatía
Capacidad de adaptación
Todas son habilidades humanas que no pueden ser automatizadas, y que deben comenzar a cultivarse desde la infancia, con acompañamiento.
¿Qué tipo de inteligencia artificial es más adecuada para una escuela?
Las escuelas deberían buscar herramientas que:
Se adapten al nivel cognitivo de los estudiantes
Permitan configuración institucional (qué se puede o no hacer)
Fomenten el pensamiento crítico, no la respuesta directa
Ofrezcan visibilidad al docente sobre el uso que hacen los alumnos
Sean fáciles de implementar y respeten la privacidad de datos
Auroria fue desarrollada con todos esos principios en mente.
¿Cómo se implementa Auroria en una institución educativa?
Auroria se integra de forma simple y rápida. Cada escuela configura el nivel de autonomía y las funciones disponibles para estudiantes, docentes y directivos. No requiere conocimientos técnicos, nosotros acompañamos todo el proceso. Además, se brinda capacitación y soporte continuo para asegurar una adopción pedagógica segura y efectiva.