IA y chicos: la deuda cognitiva silenciosa que crece en nuestras aulas

El uso de inteligencia artificial por parte de niños y adolescentes crece cada día. Pero, ¿qué pasa cuando resuelven tareas con IA sin entender lo que hacen? Este artículo explora el concepto de deuda cognitiva y cómo afecta al aprendizaje en el aula.
El uso no acompañado de IA en la infancia puede generar deuda cognitiva, debilitando habilidades clave como análisis, comprensión y autonomía.

El uso de inteligencia artificial en niños ya es una realidad

Cada vez más estudiantes usan herramientas como ChatGPT para estudiar. Pero, ¿qué efectos reales tiene esto en su aprendizaje? ¿Están aprendiendo más… o solo haciendo más rápido las tareas?

En este artículo exploramos una preocupación creciente en las escuelas: la deuda cognitiva que puede generar el uso no guiado de IA en chicos y adolescentes.

¿Qué es la deuda cognitiva en la educación?

La deuda cognitiva ocurre cuando una herramienta tecnológica realiza por nosotros el esfuerzo mental que deberíamos hacer para aprender. En el caso de los estudiantes, puede verse en prácticas como:

  • Copiar una respuesta generada por IA sin procesarla.

  • Entregar una tarea hecha por ChatGPT sin entender el contenido.

  • Pedirle a la IA que resuma un texto… y nunca leer el original.

Pequeños atajos que, repetidos en el tiempo, pueden debilitar el desarrollo de habilidades como la comprensión lectora, el pensamiento crítico y el razonamiento lógico.

¨El uso no acompañado de IA puede generar dependencia, desinformación y deterioro en las habilidades cognitivas de niños y niñas¨
The Alan Turing Institute Report 2025

¿Qué está pasando hoy en las aulas y por qué deberíamos preocuparnos?

El fenómeno ya está ocurriendo en Latinoamérica. Un informe conjunto de UNICEF y UNESCO (2025) reveló que: el 58 % de los chicos argentinos entre 9 y 11 años ya usan IA para estudiar, la mayoría sin guía adulta ni herramientas seguras.

No se trata de una mala práctica en sí, pero sí de un uso incompleto, que puede generar vacíos en el proceso de aprendizaje real.

Cuando el aprendizaje se reduce a copiar respuestas automáticas:

  • No se activa la memoria de trabajo.

  • No se ejercita el pensamiento autónomo.

  • No se desarrollan habilidades para evaluar la veracidad o calidad de una fuente.

  • Se pierde criterio… y eso puede ser peligroso en un entorno de IA generativa.

El problema no es la tecnología en sí, sino cómo se integra al proceso educativo.

¿Qué está funcionando en otros países?

Algunas experiencias internacionales muestran que, con acompañamiento adecuado, la IA puede potenciar el aprendizaje:

  • 🇺🇸 Alpha School (EE.UU.): +30% de velocidad de aprendizaje con tutoría personalizada por IA.

  • 🇨🇳 Escuelas rurales en China: +40% en comprensión lectora gracias a IA adaptativa.

  • 🇬🇧 Reino Unido: mejora en feedback y equidad educativa con IA guiada.

La diferencia: no dejan solos a los chicos frente a la IA.

¿Cómo podemos acompañar mejor desde las escuelas y las familias?

No se trata de prohibir, sino de guiar. Algunas acciones posibles:

  • Conversar sobre qué es (y qué no es) la IA.

  • Enseñar a preguntar bien y a revisar críticamente las respuestas.

  • Poner límites claros sobre cuándo y cómo usar herramientas como ChatGPT.

  • Elegir soluciones tecnológicas alineadas al proyecto pedagógico de la institución.

Auroria: una IA pensada para acompañar, no para reemplazar

En este contexto, desarrollamos Auroria, el primer asistente de inteligencia artificial diseñado exclusivamente para escuelas:

  • Con filtros y control institucional.

  • Con interfaces para estudiantes, docentes y directivos.

  • Con personalización curricular y por valores.

Auroria no responde por responder: guía, estimula, protege.

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Preguntas frecuentes sobre IA y aprendizaje (FAQ)

¿Qué es la deuda cognitiva y cómo afecta a los estudiantes?

Es el deterioro de habilidades cognitivas que ocurre cuando una herramienta realiza el trabajo mental por el estudiante, sin que este procese, razone o entienda lo que aprende.

No necesariamente. El problema surge cuando se usa sin criterio ni acompañamiento, especialmente en etapas clave del desarrollo cognitivo.

El uso no guiado de inteligencia artificial puede afectar:

  • Comprensión lectora: al leer solo los resúmenes generados por IA, sin procesar el texto completo.

  • Pensamiento crítico: cuando no se enseña a evaluar si una respuesta es adecuada o confiable.

  • Capacidad de análisis: si el alumno se acostumbra a obtener la “respuesta correcta” sin transitar el proceso de razonamiento.

Estas habilidades son fundamentales para el aprendizaje a largo plazo y la autonomía intelectual.

El primer paso es abrir la conversación, tanto con docentes como con familias. Algunas acciones concretas:

  • Capacitar a los equipos docentes en el uso pedagógico de IA.

  • Establecer criterios claros de uso en clase y en casa.

  • Incorporar herramientas alineadas con la currícula y los valores de la institución.

  • Ofrecer espacios de reflexión conjunta: charlas, talleres o encuestas.

Auroria puede ayudar en ese proceso, no solo como herramienta, sino como aliado para acompañar el cambio con criterio y seguridad.

Las IA abiertas como ChatGPT o Gemini fueron diseñadas para un público general, no para contextos escolares. Esto implica varios riesgos:

  • No filtran adecuadamente contenidos sensibles o inadecuados.

  • No distinguen niveles educativos ni adaptan el lenguaje.

  • No promueven habilidades pedagógicas como preguntar mejor o reflexionar.

En cambio, una IA educativa como Auroria está entrenada con enfoque escolar, incluye filtros, reportes, interfaces por rol (alumnos, docentes, directivos), y se adapta a los valores y el estilo de cada institución.
La diferencia no es solo técnica: es pedagógica, emocional y ética.